domingo, 15 de julio de 2007

I Traviesa (publicado en Antología del festival del Cuento Brevísimo. Centro Toluqueño de escritores. 2006)




Él la mira a través del cristal de la vitrina. Ella devuelve la mirada y sonríe. Él contempla con agrado su cabello, sus labios carnosos y baja lentamente hasta quedar atrapado en su cintura. Ella lo nota, mira de lado y con fingida ingenuidad mueve la cabeza como quien dice: aún no has visto nada.
Su ropa fue elegida con esmero, los colores debían ser brillantes para resaltar su bronceado. Una falda corta, vaporosa, que sin inhibición mostrara sus largas piernas y sandalias de tacón alto para exaltar los contornos; pies desnudos que invitan a imaginar rincones de piel en resguardo. La firmeza de sus pechos queda insinuada bajo el top de lentejuelas que, por supuesto, no oculta su singular cintura. Ella es la elegida. Así lo ha sido desde hace ya dos meses. La preferida entre todas desde que llegó.
Él sabe que saldrá pronto y se prepara, la espera en el convertible rojo de dos puertas. La desea aún a la distancia. Ella camina despacio para afirmarse dueña del territorio. Una ráfaga de viento le levanta la falda y exhibe sus nalgas que constriñen una delgada cinta de seda que a penas se asoma. Ella experimenta una oleada de poder cuando siente la hipnosis que provoca en él.
Se dirigen al juego...secreto, el favorito. El lugar es siempre el mismo. Un escondite perfecto para dos amantes. La penumbra es su cómplice y ella se desnuda poco a poco. En un seductor baile comienza por lanzar las zapatillas al aire mientras abre las piernas en split. Sorprendente. Prosigue con la boina que atrapaba su larga y dorada cabellera, toma el sombrero con una mano y lo pasea por sus muslos rectos, elegantes, hasta arrojárselo a la cara como un anzuelo. El top sale despacio, revela dos montículos redondos y lustrosos. La cortina de oro tapa sus puntiagudos senos.
Él no resiste más. Se acerca, le arranca la falda con violencia. Ella gime de placer. Lo abraza y lentamente le quita los pantalones. Él, los calzones. Ella corresponde. Le saca la camisa con los labios. Se besan. Juntan sus cuerpos. Se revuelcan. Se estrujan. Se frotan. Se besan. Se tocan. Ahh...mmm.... aaaaa...a...m..a...m...ammmammam. Galopan. Ruedan. Trepidan. Vibran. Palpitan.

—PAULITA A CENAR—.

2 comentarios:

Anet dijo...

este cuento estará siempre en la lista de mis favoritos :D
saludos Regina

Anet dijo...

este cuento estará siempre en la lista de mis favoritos :D
saludos Regina