domingo, 22 de noviembre de 2009

Del crepúsculo al amanecer



Regina Freyman y Mariana Zelaya

El crepúsculo es una zona de indeterminación donde la luz y la oscuridad se enfrentan, el conflicto se puede leer como una batalla de fuerzas que, o se resuelven con la guerra o se dirimen con el amor. Me parece un reto comprender el valor que una generación que suponíamos iletrada, o al menos, poco interesada en los libros, le otorga a la saga de Stephanie Meyer, haciendo de sus novelas las más leídas. Los libros pueden ser juzgados desde múltiples ópticas, en mi caso pongo el énfasis en aquello que los hace un proceso de comunicación eficiente que acusa las aspiraciones y deseos de un grupo al que ya no pertenezco pero, por el cual siento el respeto y admiración suficiente como para tratar de entender pues, en última instancia son, hoy por hoy, los herederos de esta esfera flotante que llamamos tierra.
Confesiones a priori: Escribimos esto Mariana y yo, primero porque ella pertenece a la generación que entiende a cabalidad el porqué de la fascinación con estos textos y segundo porque yo sólo he visto las películas y no me he tomado la molestia de leer los libros, de ahí lo provisional del título de estas líneas que se vuelven también un compromiso. Las expectativas de Mariana y mías son que ésta sea una simple pregunta que detone la discusión y participación de los lectores para que termine por ser una pieza escrita por muchas manos que nos ayude a clarificar la imagen que, de la actualidad, plasman estos libros.
Todo comienza con una chica común, la compañera de banca o tú misma ¿no lo crees Mariana?
--Sí, Bella es una niña como cualquiera, tal vez un poco más bonita que la mayoría. No podemos pasar por alto que su apellido es Swan que en español significa cisne, por lo que a la loca de mi mamá le da por pensar que anuncia la transformación. Aunque me choque, quizás tenga razón.
La promesa, al menos la expectativa, es que Bella se transforme en vampiro, un ser luminoso tipo Edward que, lejos de agonizar con el Sol, irradia luz de forma espectacular. Bella es un cisne blanco y sobre todo, es la Luna misma.
La Luna es el símbolo de lo femenino por antonomasia. En estos libros la mirada femenina es la que triunfa. Eso no es hazaña menor en un mundo donde la primacía la ha llevado siempre el punto de vista masculino. De ahí que, a diferencia de la fábula del joven Potter, Crepúsculo y sus continuaciones, nos presente una heroína: Bella quien lleva la voz cantante, Bella la protagonista definitiva.
--Bueno, eso explica que el objeto del deseo en las películas sean los hombres. Ellos son los que muestran sus cuerpos perfectos y esplendorosos.
Bella se mueve como los títulos de cada entrega: en el crepúsculo cuando conoce y se enfrenta a su amado Edward; como Luna nueva que reluce admirada entre la tierra (Jacob el hombre lobo) y el cielo (Edward el vampiro bueno que promete amor eterno); se vuelve eclipse cuando la tierra y el cielo luchan por su amor; cede ante el amanecer cuando da a luz a la hija de Edward, promesa de una nueva estirpe. Es ante todo, el alma humana que aspira a la eternidad, es indescifrable y contradictoria como el hombre mismo, de ahí que nadie, ni siquiera los vampiros puedan penetrar en sus pensamientos ¿Será que el enigma es lo que hace que Edward se sienta tan atraído?
Edward no se parece en nada al vampiro de Stocker. La novela Drácula representa el enfrentamiento entre el hombre occidental que privilegia la razón sobre los instintos, contra el monstruo que duerme bajo tierra, el hombre oriental que, en la era victoriana representaba una amenaza para el progreso y, por tanto, debía ser colonizado o exterminado. La dicotomía bien / mal sostiene su base en el discurso religioso. Así, el otro, el extranjero, representa lo oscuro, lo impenetrable y por tanto es una amenaza inminente.

Meyer parece ser víctima de la nostalgia que busca, en principio, la fuerza, el deseo de protección por parte de la mujer y recupera la codificación cristiana al presentar una obra en donde el sexo se atenúa bajo el manto del erotismo y la pureza. La castidad como compromiso hasta el matrimonio, pues Edward es un vampiro institucional que antes de morder a su amada requiere la sagrada bendición o, al menos, la firma en un contrato.
Antes de arriesgarnos a dar una opinión sobre el asunto, nos permitimos mostrar una lista comparativa entre las antípodas de este personaje, el de Stoker y el de Meyer:

Conde Drácula
Vivo y muerto a la vez.
Inmortal.
Básicamente malo identificado con el demonio
Representa los instintos y fuerzas ocultas del ser, incapaz de amar
Aspecto físico: Su atractivo surge del poder que ejerce sobre los hombres pero su físico es siniestro. Rasgos físicos más notorios:

• Aliento fétido.
• Alto.
• Perfil aguileño.
• Frente alta y abombada.
• Cabello abundante.
• Cejas muy pobladas.
• Orejas largas y labios rojos e hinchados.
• Figura histórica de rango militar y noble abolengo. Delgadez y palidez extraordinarias, piel fría.
• Manos bastas y anchas, con dedos cortos y gruesos y vello en las palmas.
• Habla un inglés excelente pero no es su lengua.
• Tiene una sonrisa encantadora.
• Extremadamente cortés.
• tiene poder sobre las ratas y otros animales; no puede entrar en una casa si no le invita alguien de su interior, pero después podrá volver cuando quiera; no se refleja ni tiene sombra: en el castillo no hay espejos y las luces están dispuestas para no dar sombra. Tomada de la tradición germánica, donde el reflejo o la sombra simbolizan el alma que el vampiro ha perdido.
Sólo muere si le clavan una estaca al corazón.
Polígamo.
Objeto del deseo Mina, pero cualquier otro ser humano que le pueda brindar sangre fresca. Mina representa la bondad y pureza de occidente, en cierto modo, se trata de una atracción entre contrarios.
Extranjero desde la perspectiva de occidente.
Sólo puede dormir en ataúdes que contengan tierra de Transilvania.
Descendencia Real.
Poderes de manipulación sobre la mente humana.
No es el narrador de la historia.
Se alimenta de sangre humana.
Vive en un castillo oscuro.
Este relato surge en el contexto de la Peste bubónica.


Edward Cullen
Vivo y muerto a la vez
Inmortal
Bueno. Bebió sangre humana por un tiempo pero sólo de criminales, hasta que decide convertirse en “vegetariano” (lo que recuerda al famoso Conde Pátula) bebe sangre de animales.
Es sumamente civilizado y controla sus pasiones es capaz de amar eternamente
Es descrito por Bella como un ser insoportablemente hermoso con la perfección del dios Adonis. La piel es blanca como mármol, casi tan fría como el hielo, y brillante como diamantes a la luz del sol.
• Aliento agradable.
• Alto.
• Perfil delicado.
• Frente pequeña.
• Cabello abundante y despeinado.
• Cejas muy pobladas.
• Orejas pequeñas y labios rojos.
• Figura atlética y palidez resplandeciente. Por un tiempo su mayor deseo fue ser un soldado. Piel fría.
• Manos delicadas.
• El inglés es su lengua materna.
• Su actitud es retraída y melancólica tipo James Dean en Rebelde sin causa.
• Caballeroso pero tímido.
Sólo muere si lo descuartizan y meten al fuego sus restos.
Monógamo.
Objeto del deseo Bella. Es hija del jefe de la policía y por tanto, aquí la atracción entre contrarios y el riesgo que ambos corren, es más bien del tipo de amor prohibido a lo Romeo y Julieta. No se da la oposición bien /mal, Oriente/ Occidente, sólo se presenta la oposición Vivo/Muerto. Misma que no es tal dado que el vampiro es por definición vivo y muerto a la vez y Edward no está obligado a vivir en la oscuridad.
Nativo de Chicago.
Nunca duerme.
Descendencia popular.
Puede leer la mente humana menos la de Bella (objeto del deseo.
No es el narrador de la historia.
Vive en una mansión de cristal.
La autora relata que los padres de este personaje murieron debido a la gripe española.


La apariencia de los vampiros puede cambiar pero siempre tienen un común denominador: su deseo de sangre humana. Simbólicamente podemos concluir que la sed de vida eterna ha estado presente desde que el hombre se percató de su finitud. El aspecto del vampiro, por otro lado, nos habla del interés que el aspecto físico ha cobrado en nuestro mundo, así como la notable preocupación por permanecer no sólo eternamente sino siempre joven. El vampiro de Stoker no envejece, sin embargo, es un hombre maduro de entre 40 o 50 años, hoy los vampiros son adolescentes que han perdido todo signo de enfermedad o aberración, pues su extraordinario aspecto se asemeja al de un dios griego. Podemos pensar que, el joven es hoy el modelo aspiracional de perfección y es también el consentido de la sociedad de consumo.
Las fronteras entre yo y el otro aparentan haberse borrado. El vampiro no es ya un ser puramente maligno (incluso en la interpretación de Coppola sobre Drácula, el director nos ofrece el amor como atenuante) es un ser complejo en la obra de Rice donde el dilema del vampiro es el conflicto de vivir a costa de la muerte de otros. Ha dejado de ser un extranjero para convertirse, como el héroe romántico que es, en un simple nativo incomprendido. El personaje de Meyer llega al exceso, trasciende la belleza física e incluso la bondad humana, pues es capaz de renunciar a sus instintos sanguinarios por amor, convirtiéndose así, en un híbrido entre el Romeo shakesperiano y un santo.
Detrás de la capa del otrora maligno, se esconde el tradicional héroe occidental: joven bello, osado, bondadoso, blanco, rebelde y aventurero capaz de sacrificarse por la dama joven y bella. Bella como toda chica del siglo XXI vive obsesionada por su edad pues se ve ligeramente más vieja que su consorte. Nos encontramos pues, ante un simulacro: el héroe disfrazado de villano para construir el personaje políticamente correcto en un mundo que pretende mostrar y tolerar la complejidad humana.
El vampiro, como un ángel caído, representa la sensualidad libre de los prejuicios sociales. Refleja también los miedos y ansiedades del hombre moderno disociado entre su vida consciente y la percepción de otra vida interior. Edward pertenece a los fríos, temperatura que asociamos con la muerte, sin embargo se trata de un ser que ha derrotado a la sombra, un ser de luz que lamenta no tener alma pero, que como personaje del Mago de Oz, la tiene y es tan torpe como para no notarlo. No es un desalmado, es un ser capaz de contener sus instintos elementales para poseer al Alma, es decir, a Bella y regalarle a ella el amor eterno. Casi como amor a Dios ¿no te parece Marian?
--Pues sí y es que creo que mi generación la tiene, en apariencia, muy fácil, el sexo ya no es problema, como que ya no existen prohibiciones.
Edward no es la fuerza masculina tradicional ya que es capaz de contenerse, sin embargo, encarna la ilusión femenina de la fuerza y pasión desmedidas.
--Claro cuando al fin tienen relaciones, su fuerza es peligrosa para Bella, siempre rompe algo. Por más enojado que esté con ella, aparece cuando su vida peligra, de ahí que su cuñada le advierta “Nunca he conocido un ser humano que disfrute tanto poner su vida en riesgo” Mira que enredarse o con lobos o con vampiros, no hay nada más peligros que eso.
Claro que sí, una película del Santo, lo que pasa es que no son de tu época.
Jack is Black. Me recuerda una canción…
--Por favor no te pongas a cantar. Eso no es lo tuyo.
De acuerdo. Lo que quiero decir es que Jacob lleva como apellido el color negro, la oscuridad misma de los instintos más primitivos. De las dos criaturas fascinadas por la Luna, Jacob, el hombre lobo, es por tradición, el más íntimamente relacionado con ésta. Los vampiros viven de noche pero la Luna en particular no ejerce sobre ellos el poder metamórfico que ejerce en el hombre lobo.
--Pues sí, pero ya ves que Bella acaba siendo para Jacob su suegra y no su mujer.
Eso parece muy decadente, es mi primera objeción contra la vida eterna. Pero sigamos. Jacob cuando se enamora experimenta una impronta que lo conduce, también, al amor eterno. Este personajes posee una belleza animal metáfora de fuerza: musculoso a los dieciséis años, aparenta tener veinte, dicen por ahí. Su cabello largo resplandece y es del color de la tierra. Cuando se transforma en lobo es una bestia de color café que corre por el bosque, por eso me parece que él representa a la tierra, a lo terreno y como ya dije al instinto. Cullen es casi un dios celeste y Bella como la Luna, gravita entre ambos, pero si la vista fuera nuestra guía, veríamos que Jacob la mira a ella, ella mira a Edward y él le devuelve una mirada contenida.
--Sí, porque él es el único capaz de contener los instintos.
--Bueno pues si tienes vida eterna también tienes más paciencia ¿no?
Pues sí pero el gran riesgo y mi segunda objeción en contra de la vida eterna es la bestialización. Borges en un cuento que se llama “Los inmortales” nos presenta a Argos, un ser eterno que ha sido todos los hombre y ha vivido todas las experiencias, su retrato no es muy halagüeño. Harto ya de tanta eternidad no siente pasión por nada, ni siquiera por hablar. Borges parece recordarnos que si somos seres efímeros es porque nuestro corazón bate al ritmo de la intensidad.
Edward es de los fríos y Jacob tiene la sangre caliente, pero eso no es ningún indicio de potencia sexual porque, según me cuenta Mariana, cada uno tiene lo suyo.
El último eslabón de la cadena es Renesmee.
--O tal vez el primero.
Tú eres la experta. Como todo mito heroico el libro promete un heredero, una especie de Mesías que represente la esperanza de la nueva era. La Meyer comienza a caerme bien porque a diferencia de la tradición, se trata de una mujer. En La Guerra de las Galaxias, el elegido es Luck, y Leia no le hace ni sombra; en Harry Potter la más lista de todos es Hermione, sin embargo, la autora la relega a un honroso papel secundario convencida, creo, de que venden más los héroes masculinos. La Meyer se arriesga y ya ves: La película Luna nueva desplazó en ventas a la última de Potter.
La hija de Bella y Edward es un híbrido entre humano y vampiro. Nació el 10 de septiembre de 2006. Dato irrelevante, pero que en sí suma 8 y es mi número favorito.
--¡Y eso qué!
Perdón, perdón. Renesmee tiene la sangre caliente, apenas unos grados más baja que Jacob. Esta escritora parece dermatóloga porque siempre nos habla de la piel de los personajes, y la de esta niña brilla como alabastro iluminado y sus mejillas son como pétalos.
--¿No será porque la piel es donde más se nota el paso del tiempo?
Coincido. Pero retomemos la historia. Cuando Edward y Bella están de luna de miel, ella queda embarazada. Como Bella seguía siendo humana, Edward quiere extirpar al feto que, gracias a su herencia vampírica, amenaza con extraer la vida de su madre desde las entrañas. Pero Bella decide resistir para dar fruto de su amor. En pleno parto y a punto de la muerte Edward le da el tan esperado beso y por fin se torna en vampira. La verdad es que un beso tan erótico en el parto no se me antoja nada, pero la veta tradicionalista de Meyer busca atar el amor con el compromiso y a pesar de lo innovador del punto de vista, desde la perspectiva amorosa, la autora rescata todos los valores tradicionalistas herederos de la moral cristiana.
--Pues sí pero parece que eso gusta.
De ahí mi gran curiosidad. Tu generación que se ha liberado de los tabúes del sexo parece desear la vuelta al amor romántico. Claro que no erradica la pasión de los cuerpos pero la supedita al compromiso del amor eterno y del contrato matrimonial. Eso es lo que propone Meyer y que, tácitamente, complace a tantos lectores.
Renesmee crece de manera exponencial hasta alcanzar la juventud, lo que nos habla del enamoramiento con este periodo de la vida. No se relata la infancia de nadie y la vejez es un pecado mortal. Los poderes de la niña son, en mi opinión los valores más preciados de tu generación ¿no lo crees Marz?
--¿A ver suéltalos?
Renesmee puede proyectar sus pensamientos en los otros con solo tocarlos. A ti te encantaría tocarme y que yo sintiera el deseo de dejarte ir al Clásico a bailar hasta el amanecer ¿no?
--Ja ja
Tiene la posibilidad de leer todas las mentes incluso la de su madre que representa un enigma para los otros vampiros.
Sinteticemos: control sobre el tiempo, control sobre el conocimiento y el amor, esos son los tres pilares de tu época. El conocimiento no se refiere a la visión renacentista del concepto, sino a la posibilidad de entra en los otros, de descifrar sus sueños y secretos. Creo que todos ustedes son unos románticos que anhelan quedarse en los brazos de un vampiro atemporal que, con su capa, los proteja de un futuro incierto y, tal vez no te guste lo que digo, pero tienen miedo de los otros. Será que su individualismo ha crecido exponencialmente como Reenesmee, de manera que ¿sólo el amor incondicional como rendición del otro parece la llave segura para penetrar su alma?
--Pues yo no sé pero yo sí quiero un Edward.
No podemos leer mentes y por eso nos quedamos con más preguntas que respuestas. Convocamos a quien nos lea a que nos comparta un pedazo de su tiempo, de su mente y por supuesto, de su corazón, para entender la filiación por una historia que ha despertado en los jóvenes el deseo de regresar a los libros.

Referencias y obras de consulta
Stoker, B. Drácula. Leyenda, México, 2004.
Rice, A. Entrevista con el vampiro. Zeta bolsillo, Madrid, 2007.
Mayer, S. Crepúsculo. Alfaguara, México, 2006.
--------Luna Nueva.
--------Eclipse.
--------Amanecer.
Wright, D. Vampires and Vampirism: Legends from Around the World. Transylvania Press, 1997.
Copper, B. The Vampire: In Legend & Fact. Citadel Press, NY, 1989.
http://www.twilightlexicon.com/

viernes, 13 de noviembre de 2009

Cuente lo que cuente (hipertextos como pretexto):


la pregunta sigue ahí: ¿El aleteo de una mariposa en Nueva York puede provocar un tifón en Pekín? Nadie sabe la respuesta pero Una mañana de Septiembre ardiente La mujer parecida a mí dejó La ventana abierta, sus ojos proyectaron La luz del mundo y fueron para mí La llave que abrió La puerta cerrada a mis Sueños de invierno ¿A dónde vas? ¿A dónde has ido? Me pregunté antes de desafiar al destino y llevarle a ella Tres rosas amarillas.
En busca de Juegos nocturnos, iniciaba, sin saberlo, El juego más peligroso de todos. Anduve eufórico El camino que conduce al bosque. A modo de advertencia hallé Un hombre muerto a puntapiés. Confuso examiné ¿Es una comedia? ¿Es una tragedia?
Un Asesinato en la oscuridad invoca vestigios dEl infierno tan temido. Me supe preso en la Continuidad de los parques, el mismísimo Ascensor que baja al infierno. Caí por Una tumba perdida y sé que fue corolario por desear a La sierva ajena. Mi conciencia apelaba--¡No oyes ladrar los perros!—No atendí la súplica, ni advertí la sombra del destino que seguía mis pasos como El buitre En casa del profeta.
Para alejar al miedo, pensé en El beso anhelado pero Las babas del diablo escurrieron por mis labios tan solo para recordarme que todo pecado es un cuento y todo cuento conduce, irremediable, hacia el mismo punto.

¿El aleteo de una mariposa en Nueva York puede provocar un tifón en Pekín? Antonio Tabucchi
Una mañana Robert Walser
Septiembre ardiente William Faulkner
La mujer parecida a mí Felisberto Hernández
La ventana abierta Saki
La luz del mundo Ernest Hemingway
La llave Isaac Bashevis
La puerta cerrada José Donoso
Sueños de invierno Scott Fitzgerald
¿A dónde vas? ¿A dónde has ido? Joyce Carol Otes
Tres rosas amarillas. Raymond Carver
Juegos nocturnos Augusto Roa Bastos
El juego más peligroso de todos. Richard Conell
El camino Isaac Bábel
Continuidad de los parques, Julio Cortazar
Un hombre muerto a puntapiés. Pablo Palacio
¿Es una comedia? ¿Es una tragedia? Thomas Bernhard
Asesinato en la oscuridad Margaret Atwood
Ascensor que baja al infierno Pär Lagerkvist
Una tumba perdida Bernard Malamud
La sierva ajena. Adolfo Bioy Casares
No oyes ladrar los perros Juan Rulfo
El buitre Ramón J. Sender
En casa del profeta. Thomas Mann
El beso Antón Chéjov
Las babas del diablo Julio Cortazar

viernes, 6 de noviembre de 2009

Tiene sentido



Qué posibilidad existe de que te conozca de palabra
Que reconozca tu nombre y me lo lleve a la boca.
Muerda sus vocales para extraer el jugo
Y derrita consonantes para arropar sustancia.
Qué tan factible sería que me escribas un poema
Lo leamos juntos para bautizar con sus estrofas
Todas las partes de mi cuerpo que aún no llevan nombre.
Qué pasaría si con el tiempo abrazamos la ruta de una conversación
Nos enfrascamos en la vía sinuosa de la discusión
Qué riesgo existe de que nos maquillemos los labios de mentiras
Hasta que un día se escape un insulto y nos quedemos mudos.

Será probable avanzar mejor con el tacto una tarde de lluvia.
Mientras en la ventana llueve tú me acaricies la espalda sin tocar la piel
Tus dedos transiten sigilosos por mis poros para encender lunares como faroles.
Será peligroso entonces que quieras más
Y comiencen a surcarme tus uñas
Dejando caminos rojos que gritan tus ansias.
Mi cuerpo podría brincar como las olas desbocadas.
Qué opciones quedan si decides montarme
Y nuestros cuerpos chocan hasta desaparecer
Quedará apenas la ausencia de la piel anestesiada.
Te fugas tú y me fugo yo.

No cabe duda de que al mirarte te construiré un altar
Rezaré a tu imagen
Memorizaré tus manos y me sumergiré en tus ojos.
Podría caer en la tentación de soñarte hasta enloquecer
Sin apetito por tocarte, ni sed de besarte
Ni sentir avidez por hablarte

Pero si me dejas dormir al compás de tus latidos
O poner notas a los acordes de tu risa…
Capaz de que si me regalas el aroma de tu aliento…
O el humor de tu mañana…
O me persigue la temperatura que se cobija bajo tus brazos…
Es posible que detones todos mis recuerdos
Que me embriaguen todos tus sabores
Que se me vuelva costumbre mirarte
Y me tatúe tu aliento
Será entonces que te acoplaré sin prisa
Y escribiré tu historia.